¡Hola, persona! Soy Gen, te escribo desde el futuro para contarte de Gentopia, nuestro mundo en 2090, un lugar donde importan las personas, no su género.
Convertirnos en un mundo libre de prejuicios, estereotipos, sesgos y brechas de género fue tarea difícil, pero el esfuerzo valió la pena. Ahora, las personas gozamos de libertad para configurar nuestra identidad personal. Nuestra condición de género no es lo único que nos define. Recuperar otras características que nos dan valor como persona, nos ha permitido relacionarnos con empatía y consideración.
En este sentido, nuestra premisa de vida es conducirnos con respeto por las demás personas y por la Tierra que habitamos. Reconocemos que nuestra naturaleza es diversa y, por lo tanto, el mundo está en constante transformación.
Conciliar el pensar y sentir de las comunidades sobre el género fue una labor ardua, pero posible. Ser un mundo donde pensamos e interactuamos sin prejuicios de género, implicó una serie de transformaciones en nuestra organización social.
Historia del género de Gentopia
En Gentopia narramos la historia del género en 5 etapas. La primera ocurrió hace 13 mil años a. de C. Se trató de la era de los homosapiens, cuando todos eran humanos cuyas estructuras de pensamiento, comportamiento e interacciones empezaron a tomar múltiples formas y significados.
Así, para el 500 a. de C., la capacidad de invención dio lugar a dos construcciones sociales que determinarían no sólo el orden social, sino también la identidad de cada persona. Esto es, la idea de “ser hombre” y “ser mujer”.
Con el paso del tiempo, las personas descubrieron que no se tratan de conceptos fijos, más bien, están en continua evolución y dependen del momento y la comunidad donde se socialicen. Por ello, cada vez más, se fueron transformado y cuestionado las ideas sobre los géneros que habían sido presentadas como únicas, naturales o determinadas.
En 2020, tu tiempo, lo que se conocía como “hombre” y “mujer” se alejó, cada vez más, de las necesidades y aspiraciones tradicionales sobre los géneros. El esfuerzo de los feminismos fueron pieza clave para la transformación del mundo. Su constancia para visibilizar las violencias e injusticias en contra de las mujeres, llevaron a repensar la organización social, así como establecer relaciones respetuosas y equitativas.
Incluso, aumentó el reconocimiento de identidades antes rechazadas o consideradas “raras” y “extrañas”. El respeto a la diversidad detonó una reflexión compleja. La cual llevó a cuestionar toda forma de interacción basada en la discriminación y violencia. Se abrió el diálogo para formular acuerdos que nos permitieran vivir en comunidad.
¿Es posible un mundo libre de prejuicios de género?
Para 2030, la participación de quienes se nombraban transhumantes cobró relevancia. Se trataba de personas que cuestionaban el sistema sexo-genéro que sostenía la vida humana. A ellas les debemos el gentilicio de Gentopia. Sí, en 2090 nos convertimos en transhumantes: personas en movimiento que encuentran humanidad en quienes les rodean, reconocen la infinitud de la identidad y buscan una democracia de pactos entre lo diverso.
Desde Gentopia te digo que es posible un mundo donde lo importante son las personas, no su género. ¿Te gustaría conocerlo?
Para que la vida de 2090 sea una realidad, hemos viajado en el tiempo para encontrar a más transhumantes. Por eso, aceleramos la conversación sobre asuntos de género para lograr acuerdos colectivos que mejoren la convivencia entre personas.
Las palabras importan cuando hablamos de género porque las violencias que no verbalizamos forman parte de problemas más grandes. Para quitar de nuestra vida los prejuicios de género que nos impiden una convivencia respetuosa, es necesario abrir el diálogo sobre lo que nos incomoda. Como decimos en Gentopia: ¡si cambiamos, cambia el mundo!
Si quieres saber más sobre Gentopia y los hallazgos que hemos hecho de tu tiempo, continúa la conversación en nuestras redes sociales con el hashtag #GentopiaEsTuFuturo
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